miércoles, 1 de enero de 2014

SERMÓN DADO A PHILLIP RASTELLI ANTES DE MORIR, Diego Maquieira, Los Sea Harrier. 1994



A la balada de Cable Hogue

A Sam Peckinpah



Predícame un sermón de muerte, Luchino

No me hagan un santo

Pero no me arrojen tan profundo



Estamos reunidos aquí

Ante la vista de Dios

Y de toda su gloria

Para que descanse Phillip Rastelli

Nuestra oración es por este hombre

Compáralo con los ángeles

Si lo invitas a un buen bautizo

Pero tú sabes Señor que aun así

Podría ser uno de ellos



Como todos

Phillip Rastelli vino al mundo

Nadie sabe cuándo ni dónde

El vino tropezando en Calabria

Como un profeta antiguo

Qué bien suena eso

Pero sería mucho peor

Si no acogieras con bondad

A Phillip Rastelli



Mataba demasiado

Era codicioso como pocos

Tal vez no respetó a nadie

Pero era impecable en eso

Ricos o pobres

Recibieron sus atentados



Cuando Phillip Rastelli murió

No hubo un restaurant en Calabria

Que él no cerrara

No hubo una estrella en el firmamento

Que él no financiara

No había un hombre

A quien él temiera



Ahora la sangre que él venció y amó

Lo ha cubierto finalmente

Ya se ha ido hacia el gran torrente

De los años

De las almas que pasan

Y jamás se detienen

En varias formas él fue uno de tus reflejos, Señor

Pero si piensas que no lo es

Debes recordar que Rastelli

Vivió y murió aquí en Calabria

Y estoy seguro de que el infierno

No es tan caliente para él



Jamás fue a la cárcel de Champ Dollon

No pudiendo hacerle eso

Todo Reggio Calabria fue su mamá



Levantó su cabrón Imperio

Pero fue bastante hombre

Para abandonarlo

Por el amor

Cuando llegó el momento



Señor, como el día va hacia la noche

Esta vida llegará al final para todos

Decimos adiós a nuestro amigo

Y como dice la familia

Encontró a Dios donde no lo había

Pero conociendo a Phillip

Te sugiero, Señor

Que no lo tomes a la ligera.

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